“Este tipo de textos nacieron para ser prohibidos, es decir, para circular por las sombras, es la clase de libros que se da por abajo del mostrador de la librería, o que se pasa en fotocopias entre conocidos”, escribe el editor Guillermo Bravo en el prólogo de “Amo a mi mamá”, la provocadora novela del escritor chino Chen Xiwo que acaba de publicar en español Mil Gotas Editorial.
¿Cómo resistirse ante tan seductora presentación? ¿Cómo mantenerse indiferente ante una obra que fue censurada en China por incurrir, supuestamente, en una “apología de la obscenidad”? ¿Cómo no sucumbir, como lectores, ante el irresistible encanto de un libro prohibido por correr los tabúes del incesto?
En efecto, la novela de Chen Xiwo aborda en tono detectivesco el vínculo incestuoso entre una madre soltera y su hijo discapacitado. Dividida en tres grandes capítulos (Él: el caso judicial, Tú: el interrogatorio y Yo: la confesión), la obra describe el abandono y desamparo de una familia obligada a vivir en la pobreza, hacinada, amontonada, con un abordaje del concepto de intimidad que por momentos llega a ser brutal.
Cuando en 2009 se publicó la versión en inglés de “Amo a mi mamá”, Los Angeles Book Review la calificó como una de las 12 mejores novelas de autores chinos. Pero en China tuvo otra suerte y le tocó recorrer el mismo camino que la colección “El libro de los pecados”, otra de las obras de Chen censuradas.
“El sexo es quizás la zona más oscura de la naturaleza humana, y desde el incesto se puede ver también el deseo más oscuro de los seres humanos. Por lo tanto, el incesto es el mayor tabú de la humanidad, no solo en Oriente, sino también en el Occidente”, explica el escritor nacido en 1953, en Fuzhou, en una entrevista concedida a la agencia de noticias Télam que reproducimos a continuación:
-¿Cuál fue el disparador de esta novela?
– La China de hoy está llena de lugares donde todo parece funcionar bajo la ley de la selva. Acaso sea una manifestación de la esencia de los seres humanos oscurecidos por la civilización. En cierto sentido, la China de hoy es una sociedad de incesto y existen varios principios éticos rotos. En “Amo a mi mamá” quise simbolizar esta sociedad y cuando escribía la novela, sucedió algo interesante. La ciudad de Dongguan, provincia de Guangdong, llevaba tiempo con un PBI alto, sin embargo, debido a la presión de las autoridades, se realizó una campaña para eliminar la pornografía. Como resultado, el PBI de ese año decreció, en parte debido a que la industria del porno es capaz de estimular a toda la industria, como la de alquileres, la hotelera, restaurantes, turismo, impuestos y cargos gubernamentales. Esta situación es común en China, muchos hablan de ética pero hacen cosas” malas” y así amasan fortunas con bajo perfil. Es como la madre de la novela al principio, que está atrapada en el tema del abuso sexual del hijo. Para mí el niño discapacitado tiene que romper esas reglas implícitas. En cierto sentido, él las revela: si lo que hacemos no es bueno: ¿se puede decir o se oculta? Creo que dar lugar a la expresión de los deseos es valiente. Ser valiente también es corregir los errores, pero como escritor, quise revelarlos. Hace algo malo, lo sabe, y continúa haciéndolo… En cierto sentido, el chico discapacitado es mi propia mente.
– A través del interrogatorio el protagonista da cuenta de la atracción que siente por su madre y da detalles de los momentos de intimidad. ¿Qué significa para usted escribir desde lo revulsivo?
– Escribir significa ofender la normalidad y arrancar la máscara. Este tipo de escritura me emociona. Por eso me gusta hacerlo desde la perspectiva del sexo, el sexo es quizás la zona más oscura de la naturaleza humana, y desde el incesto se puede ver también el deseo más oscuro de los seres humanos. Por lo tanto, el incesto es el mayor tabú de la humanidad, no solo en Oriente, sino también en el Occidente. Cuando se publicó la versión en inglés de “I Love My Mom” en Londres, algunos lectores británicos dijeron que la novela no solo era pasible de ser prohibida en China, sino también hace unos años en el Reino Unido. También me gusta ofender la política, es peligroso. Utilizo el incesto para hacer una metáfora del modelo chino: en nombre del socialismo, pero también en nombre del capitalismo existen el poder de los funcionarios, el intercambio de intereses entre funcionarios y empresarios, la relación entre hombres y mujeres muy similares a la prostitución y la prostitución en sí.
– ¿Cómo fue construir el vínculo incestuoso de amor y odio entre madre e hijo en esta novela?
– En la novela, la vida de madre e hijo es desesperada. La madre ama a su hijo, para atender la supervivencia de su hijo, especialmente sus problemas físicos, incluso va a buscarle una prostituta. Pero al hijo no le gustan las prostitutas, al igual que a la madre. Esto está claro, es limpio, pero el objeto que ama es su madre, lo que lo hace más sucio. Este amor asusta a la madre, no escribo simplemente sobre amor u odio. Debido a que ofende la moral y la ética humana los seres humanos no pueden enfrentarlo y quieren rechazarlo, pero como ha estado prohibido durante mucho tiempo, puede generar una emoción profunda y resultar tentador. Las personas no solo tienen instintos de supervivencia, sino también instintos de muerte. En idioma chino, las personas sentirán que van a morir si hacen un gran escándalo. Pero al mismo tiempo, la muerte tiene un encanto especial, libera.
– ¿Por qué la novela fue prohibida en su país?
– Después de escribir la novela, ninguna publicación se animó a editarla. En 2003, una revista me pidió un manuscrito y les di la novela. Como resultado, el revisor (un rol único en el sistema editorial chino) la envió al centro de propaganda del Comité Central del PCCh y el editor en jefe de la revista casi fue despedido. Al final, la revista tuvo que criticar la novela en varias instancias para continuar. Si para una obra literaria las autoridades buscaron silencio apoyados en el secreto de estado, fue simplemente porque no podían distinguir entre obras pornográficas y obras literarias. En China esta distinción siempre es difícil. Es un país que tiene regulaciones confusas. Prohibir la pornografía es una forma simple y efectiva. Por supuesto, en mis trabajos, la pornografía sigue siendo una metáfora de la política.
Fuente: ContraEditorial