Mil Gotas

“Este relato funciona como una especie de metáfora de la obra de César Aira(posiblemente el autor argentino prefiriese hablar de «miniatura»): de forma individual, ninguna de las gotas «es» La Gioconda, pero todas lo son. Algo similar sucede con la obra de Aira, basada en la proliferación imaginativa, en los títulos y en sus temas, pero también en las opiniones divergentes que genera entre sus lectores: genio o idiota, escritor prescindible o fundamental, improvisador o autor de una obra pensada hasta en sus más mínimos detalles, el último autor del pasado o el primero del futuro, escritor posmoderno o sencillamente único «como sólo son únicas las cosas que imponen su ley, inventan su posteridad y condenan al mundo a repetirlas» según Alan Pauls”.